Desde que subí al metro en Torras i Bages era imposible mirar hacia algún lado sin encontrar camisetas lilas y moradas de la cursa. Más de 24.000 personas inscritas y la mayoría con la equipación oficial que llevaba el dorsal impreso. Al bajar en Arc de Triomf una marea de corredores inundó la estación en dirección a la salida. A las 9:15 me encontré en Bikila con Jose y Dario, poco después llegó Dani y calentamos un poquito mientras dejábamos las mochilas en su coche. Había muchísima gente, pero hay que decir que la organización fue realmente ejemplar y había sitio suficiente para hacer algo de calentamiento antes de comenzar.
Cuando faltaban 15 minutos para las 10, nos dirigimos a los cajones: Dario y Jose al sub48 y Dani conmigo al sub45. Entonces comenzó el espectáculo que había preparado para los momentos previos a la salida: desde unas tarimas colocadas a lo largo de los cajones, un grupo de monjes-músicos ataviados con violines y percusión, interpretaron de forma magistral el tema de El Último Mohicano. El ambiente era muy bueno y todo el mundo estaba muy animado.
Solo el disparo de salida y a pesar de salir en el 4º cajón de 12 tardé casi 1'30 en poder empezar a correr, por suerte la distribución en cajones hizo que Dani y yo pudiésemos salir bastante bien a pesar de la multitud. Primer km en 4'36", no era un parcial bueno, pero teniendo en cuenta la gente tampoco estaba mal, entonces llegó la subida de Paralel, bastante temida por qué sobrepasarse aquí supondría sufrir el resto de la cursa que no era poco. Aun y así, no presté mucha atención y llegué arriba, en el 3K, con un 13'10" que indicaba que me había pasado tres pueblos dando caña, en parte animado por Dani que había tirado fuerte delante mío.
El largo tramo en llano siguiente que llevaba hasta el 7K en Marina fue una montaña rusa de sensaciones: a ratos me notaba cómodo y otros me parecía que tendría de bajar el ritmo, sin embargo la experiencia de las pasadas media maratones me ha ayudado a superar estas situaciones y pude aguantar a un ritmo de 4'20" estos km siempre acompañado por Dani que llevaba un muy buen paso.
Cuando llegamos al 8K en Ronda Sant Pere el Keymaze marcaba 35'12", el tiempo era impensable antes de salir y aunque iba bastante justo de fuerzas y la pierna izquierda me daba avisos de saturación, decidí echar el resto. Apreté suavemente el tramo de llano de quedaba hasta Plaça Urquinaona y me dejé caer en la bajada de Vía Laietana (aunque mis piernas sentían que subían en lugar de descender). Busqué a Dani, pero se había rezagado un poco.
El kilómetro final nunca lo hacen las piernas y menos cuando sabes que puedes superar tus objetivos, y es raro, pero casi siempre es el más corto de todos. Llegué a meta bastante cansado, con la pierna algo tocada, pero muy contento con la carrera que había hecho.
Con socios de aventura también hicieron un buen papel: Dani llegó unos segundos después de mí, algo por encima de los 44". Jose está asentado en el 47' y pico que está genial para lo poco que entrena... según dice ;). Mientras que Dario hizo un 48' y algo que seguro mejorará en las próximas pruebas cuando la lesión vaya quedando atrás. Felicidades a los tres! :)
Por mi parte, un tan impresionante como inesperado 43'37" que me hace mejorar casi en un minuto mi anterior MMP en Nassos... Además, teniendo en cuenta que no me encontré demasiado bien, creo que pronto podré volverla a superar. Ojalá! A entrenar!
Solo el disparo de salida y a pesar de salir en el 4º cajón de 12 tardé casi 1'30 en poder empezar a correr, por suerte la distribución en cajones hizo que Dani y yo pudiésemos salir bastante bien a pesar de la multitud. Primer km en 4'36", no era un parcial bueno, pero teniendo en cuenta la gente tampoco estaba mal, entonces llegó la subida de Paralel, bastante temida por qué sobrepasarse aquí supondría sufrir el resto de la cursa que no era poco. Aun y así, no presté mucha atención y llegué arriba, en el 3K, con un 13'10" que indicaba que me había pasado tres pueblos dando caña, en parte animado por Dani que había tirado fuerte delante mío.
El largo tramo en llano siguiente que llevaba hasta el 7K en Marina fue una montaña rusa de sensaciones: a ratos me notaba cómodo y otros me parecía que tendría de bajar el ritmo, sin embargo la experiencia de las pasadas media maratones me ha ayudado a superar estas situaciones y pude aguantar a un ritmo de 4'20" estos km siempre acompañado por Dani que llevaba un muy buen paso.
Cuando llegamos al 8K en Ronda Sant Pere el Keymaze marcaba 35'12", el tiempo era impensable antes de salir y aunque iba bastante justo de fuerzas y la pierna izquierda me daba avisos de saturación, decidí echar el resto. Apreté suavemente el tramo de llano de quedaba hasta Plaça Urquinaona y me dejé caer en la bajada de Vía Laietana (aunque mis piernas sentían que subían en lugar de descender). Busqué a Dani, pero se había rezagado un poco.
El kilómetro final nunca lo hacen las piernas y menos cuando sabes que puedes superar tus objetivos, y es raro, pero casi siempre es el más corto de todos. Llegué a meta bastante cansado, con la pierna algo tocada, pero muy contento con la carrera que había hecho.
Con socios de aventura también hicieron un buen papel: Dani llegó unos segundos después de mí, algo por encima de los 44". Jose está asentado en el 47' y pico que está genial para lo poco que entrena... según dice ;). Mientras que Dario hizo un 48' y algo que seguro mejorará en las próximas pruebas cuando la lesión vaya quedando atrás. Felicidades a los tres! :)
Por mi parte, un tan impresionante como inesperado 43'37" que me hace mejorar casi en un minuto mi anterior MMP en Nassos... Además, teniendo en cuenta que no me encontré demasiado bien, creo que pronto podré volverla a superar. Ojalá! A entrenar!