lunes, 30 de diciembre de 2013

Disfrutando de la Sansi de Santa Coloma

Como en las pasadas ediciones, la mañana de la San Silvestre de Santa Coloma se presentó soleada pero muy fría y con ráfagas de viento que no invitaban nada a salir a correr. Para mayor gloria, salí de casa a las 8:45 para hacer unos kms antes de la carrera con el fin de cumplir el plan de entrenamiento para la maratón, ya que hoy me lo tomaría con calma.
Después de mucho tiempo yendo a las carreras solo y corriéndolas con la única compañía de mis auriculares, sigue siendo una alegría carreras como estas donde coincidir con tantos amigos y familiares tanto participando como animando desde los laterales. En esta ocasión la cantidad fue muy destacable e hizo que se me fuese el tiempo entre saludos, charlas y fotos. Una gozada.
 
Muy poco antes de la hora marcada nos dirigimos a la salida, hoy tocaba acompañar a mi amigo Coleto para conseguir hacer un sub60 tras poco más de 1 mes de entrenamiento, así que disfrutaría del recorrido y de ver como superaba su reto (ya que estaba seguro de que lo conseguiría). Poco antes de la salida, nos juntamos un buen grupo con la idea de hacer este tiempo, pero segundos después del comienzo muchos se distanciaron tanto por delante como por atrás.
El primer tramo de la prueba era una pendiente continua de unos 300-400 metros para después entrar en la zona de Singuerlín que era la más toboganera del recorrido con lo que completamos el 1K en 5’51”, algo rápido teniendo en cuenta el perfil y el objetivo, pero normal teniendo en cuenta la adrenalina inicial. Esta aceleración hizo que cubriésemos el 2K en 5’14”… había que dosificar o el ritmo conseguiría acabar con la carrera mucho antes de lo necesario. Le pedí a Coleto que aflojase y aunque le costaba dosificar por la inexperiencia, los siguientes kms hasta mitad de prueba estuvieron más cerca de los 6’/km marcados.
Al llegar al avituallamiento del 5K, estábamos ya en el lateral del parque fluvial del Besós en dirección mar, y podía ver que íbamos un poco justos. Aquí teníamos el viento a favor, pero había que seguir recuperando… Y al bajar al paseo del río y tomar dirección contraria en el 6K, mis premoniciones se hicieron realidad y Coleto se paró a recuperar el aliento. Todavía quedaba mucho por delante y teniendo en cuenta el factor psicológico de este tramo de 3K y el viento de cara, necesitamos hacer algo.

Volvimos a correr, el ritmo había caído a 6’10” pero todavía era más que suficiente para bajar de la hora con los segundos ganados en los anteriores. Me puse delante para cortarle el viento y así superamos conseguimos llegar al 8K en algo más de 46’, más que suficiente para lograr el objetivo. En ese momento, informé a Coleto del crono y pude ver como se recuperaba instantáneamente de su cansancio. Cubrimos el 9K en muy buen tiempo y ya se podía ver cerca la meta. Apretamos el ritmo adelantando a varios corredores que sufrían la recta final mientras nosotros la disfrutábamos. A escasos metros de meta estaban nuestras familias animando: él cogió a su hija Itxiar y yo cargué a Óscar para cruzar juntos la línea de meta en poco más de 56’. No habían sido 10K completos, pero sin duda estaba bastante por debajo de la hora, motivo sobrado para estar orgulloso de su carrera.

 
Delante nuestro habían llegado muchos amigos y mi cuñado Marco que poco a poco va recuperándose de su lesión. Por detrás también llegaron otros, entre ellos mi otro cuñado Sergio que tras la luna de miel anda lejos de su forma, aunque le sirvió para darse cuenta que no está tan mal como pensaba.
Por mi parte, un día muy divertido. Me gusta esto de hacer de vez en cuando alguna carrera en modo disfrute, sin darlo todo por el crono… y si además puedo ayudar a algún amigo a conseguir un reto, mucho mejor! Para acabar, tal como estaba acordado, invité a desayunar para celebrar la superación del reto: Las migas que nos zampamos bien merecieron el esfuerzo.
El próximo 31/12 en Nassos, la foto será bien distinta. Me toca ver donde estoy después de tanto tiempo sin competir en buenas (que no óptimas) condiciones… Espero estar cerca de los 47’ y seguir mejorando a partir de ahí… Veremos!

lunes, 23 de diciembre de 2013

Acabando el año con mis Epic-2


Para acabar el año y continuando con la tradición de años anteriores, haré doblete de cursas para atiborrarme a comer en las celebraciones sin remordimientos.

Las elegidas son como en la pasada temporada la San Silvestre de Santa Coloma y la Cursa dels Nassos:

Este año la San Silvestre de Santa Coloma cambia en muchos aspectos y creo que todos ellos positivos: En primer lugar, las inscripciones han sido rebajadas hasta los 5€ excluyendo los regalos de ediciones anteriores, yo soy de la opinión de que es mejor rebajar precios que sumar regalos. Por otra parte, el recorrido también ha variado y es mucho más urbano por las calles de Santa Coloma y dando la opción de participar en la versión de 5K o 10K. Por último, este año el club Running Vigia ayudará a montar la carrera lo que creo que asegurará que todo vaya perfectamente. Estoy seguro de que va a ser un éxito de prueba en todos los sentidos. Quizás el único contra que se puede hacer a día de hoy es que solo se puedan realizar las inscripciones de forma presencial en los puntos habilitados. Si alguien está interesado en participar, puede encontrar todos los detalles en el siguiente enlace.

En cuanto a Nassos pocas novedades que comentar: el recorrido es el mismo de los últimos años, el precio se ha mantenido con respecto al año anterior (14€ con chip propio) y espero que el ambiente y la organización estén a la altura de ediciones anteriores. Para esta no incluyo el link para las inscripciones ya que las 11.500 disponibles se agotaron la semana pasada.

Por suerte, cada año estas dos pruebas se separan un día más entre ellas y tendré un día más de descanso, ya que la Sansi se celebra el último domingo de Diciembre mientras que Nassos está fijada el 31/12 a las 17:30.

Obviamente, teniendo en cuenta que hace poco más de un mes que he vuelto desde la lesión, las expectativas son muy inferiores al año pasado: En la San Silvestre simplemente haré de Liebre Sub60 para mis acompañantes, mientras que en Nassos me probaré un poco más en serio para ver si puedo hacer sub48 o sub47 pero sin volverme loco que lo importante es seguir entrenando las siguientes semanas… la Maratón se acerca y el tiempo vuela. A entrenar!

lunes, 9 de diciembre de 2013

Cursa del Farell, el retorno


Cuando sonó el despertador no me costó demasiado despertarme. Llevaba toda la noche inquieto como el que espera la llegada de un día importante… y sin ser nada especial para el resto del mundo, en parte lo era.

Después de casi tres meses donde la astrosis de la rodilla volvió con fuerza tras muchos años dormida, y las lumbares se unieron a la batalla con la finalidad de hundirme definitivamente, volvía a ponerme tras la línea de salida para añadir una cursa más a mi lista de retos superados. Mi estado físico era bastante lamentable: después de tanta inactividad mi nivel era muy bajo y la rodillera y la faja lumbar compresiva no ayudaban a mejorar las expectativas. Sin embargo, las ganas eran infinitas y estaba seguro que me ayudarían a superarme una vez más.

Al llegar a Caldes de Montbui ya se respiraba un gran ambiente de cursa: como me gusta y como lo echaba de menos! Pero el grado escaso que marcaba el termómetro me hizo cambiarme con toda tranquilidad dentro del coche hasta casi la hora de comenzar la carrera.

Unos ligeros estiramientos para confirmar que ni la rodilla ni la espalda estaban demasiado bien, un par de rectas para desentumecer las piernas y coger temperatura… y ya estaba en carrera! Me había ubicado a mitad de pelotón y me sirvió para comenzar sin demasiados percances el trayecto que callejeaba por el centro del pueblo en dirección a la montaña. Fueron unos cerca de dos kilómetros entre asfalto y adoquines que me sirvieron para entrar en calor y ser consciente de que mi objetivo no debía ir más allá que llegar a meta sin más daños de los que había comenzado.

Al dejar el pueblo continuamos por una carretera comarcal donde la pendiente se hizo más notoria. Para mí eso no era un inconveniente: me gusta subir, para la espalda y la rodilla ir más despacio era una ventaja y además me servía para aguantar un ritmo más parecido al del resto de corredores que me rodeaban. Sin embargo, poco después enfilamos un tramo de bajada bastante salvaje en el que tuve que retener mucho la longitud de zancada para no destrozarme… Genial, tendría que estar toda la carrera siendo casi más lento bajando que subiendo L… pero pensaba disfrutar igual de mi vuelta!

Justo en el punto en que acababa el descenso de la carretera, giramos bruscamente a la derecha y comenzó el tramo por pista forestal con una fuerte pendiente ascendente. El camino, que ya no abandonamos hasta el 12K, fue siempre bastante ancho con lo que no había problema para adelantar y ser adelantado. El terreno estaba blando por las lluvias de los días anteriores, pero prácticamente no había charcos así que se pudo correr muy bien. Al igual que en el tramo de asfalto, los toboganes se iban sucediendo, y era gracioso ver como en las subidas alcanzaba a algunos corredores y en cuanto comenzaban las bajadas me rebasaban a toda velocidad. De todas formas, en cuanto entré en calor, la limitación en la velocidad de descenso era más por prevención que por necesidad…
 
 

Así que cuando finalizó el tramo que transcurría por la zona más cerrada del bosque, aproximadamente en el 10K, y vi que el camino se dirigía de vuelta al pueblo con una pendiente descendente menos agresiva, decidí subir el ritmo y completé los últimos 3K a una media de 4’30”, muy buena para mi estado actual de forma. Con lo que crucé meta muy contento de haber sido capaz de completar 13K de montaña después de tanta inactividad y algo más de 1h10’ (un crono nada destacable pero mucho mejor de lo esperado la noche anterior, cuando no tenía en mente ni asistir).

Lo mejor de todo es que unos días después puedo decir que me encuentro cada día mejor: la espalda ya está casi recuperada y la rodilla va poco a poco pero espero que continúe progresando… por lo pronto, este optimismo me ha servido para tomar la determinación de volver a participar en la maratón de BCN 2014. Esta vez comienzo mucho peor que el año pasado, pero espero que la constancia en los entrenamientos y un poco de suerte con las lesiones me permitan llegar con garantías. A entrenar!!!

sábado, 21 de septiembre de 2013

Mis carreras de septiembre

La vuelta de las vacaciones se vió sensiblemente afectada por mi participación en la fase final del concurso Nike. Lo que debía haber sido una tranquila vuelta a los entrenamientos, se convirtió en una descabelladas salidas diarias para acumular todos los kms posibles... Y al final pasó factura.

La primera de septiembre fue el día 1 en la cursa de las fiestas de Santa Coloma. Fue un bonito recuerdo ya que pude coincidir con multitud de familiares, amigos y nuevos corredores que estoy conociendo en el grupo de Real Runners. El día estuvo genial y, aunque la carrera de 5k es la misma de todos los años y ya llevaba algunos días sobrecargando esfuerzos saliendo diariamente, pude conseguir un crono de 21'25", prácticamente idéntico al del año anterior. Aunque se trata de una carrera que podría estar mejor organizada por las dimensiones de la ciudad, me gusta y seguiré haciéndola mientras pueda.

La semana siguiente tocaba la de las fiestas de Sant Adrià. Estuve toda la semana haciendo muchos kms y justo el día antes, mi rodilla izquierda dijo basta y sentí un chasquido que me dió malas vibraciones. Aún y así, me puse una rodillera y la hice con Ester a su ritmo, ya que no me dolía demasiado. Conseguimos cubrir los 6,2kms en algo más de 38' , una muy buena progresión para ella con respecto al año anterior.

El 15 de septiembre llegó la cursa de la Mercè, aunque el dolor había menguado seguía sintiendo malestar, pero sin poner demasiada sensatez y estando ya inscrito, decidí correrla intentando hacerla lo mejor posible. Además, había quedado con para ir con familia y miembros de Real Runners y me vería allí con otros corredores que hacia tiempo que no coincidía. 
Ls sensaciones no fueron buenas desde inicio, ya que apenas tuve tiempo de calentar por las largas colas tanto en guardarropía como en los servicios. Junto con Dani y José, salimos entre la multitud llegando al primer km en 4'45". En este punto, José se quedó rezagado saludando a unos conocidos y le dije a Dani que tirase que yo iría dosificando el esfuerzo. No podía correr cómodo ya que tenía que ir con una zancada bastante corta al pisar con la izquierda. El segundo km. Con ligera subida clavé el tiempo del primero justo antes de llegar a la Gran Vía. 
Los dos kms largos de recta por delante, me hicieron recordar porqué me estoy aficionando a correr por montaña en lugar de asfalto. Es muy aburrido! Aún y así, me sirvieron para mejorar algo el ritmo pasando la mitad de la prueba en 23'37".
Hasta el km.9 más de lo mismo, un ritmo bastante constante sobre 4'45" con el que iba cómodo de cardio pero que no podía aumentar por la rodilla. Con lo que me entretenía aplaudiendo a los recortadores que después de acortar en cada chaflán volvían al asfalto como si tuviesen prioridad. Lamentable.
Para acabar tocaba subir Av.Paral.lel, donde pude mantener un ritmo similar al de los kms anteriores y adelantar bastantes posiciones.... Aunque al llegar a plaça Espanya, un corredor con un carrito me adelantó y decidí bajar el ritmo para no salir entrando en meta al lado.... Uno tiene su dignidad :). Crucé meta en un triste 47'17", que no me dice nada.
El resto de gente que me acompañaba consiguió buenos registros, pero no voy a hacer referencia a todos aquí ;)... Sólo felicitar a mi cuñado Sergio que hizo su primer sub60 y a mi colega Real Runner Jaume que consiguió un sub50 con poco entrenamiento. Bravo por los dos! Ester sigue sobre la 1h5' pero sé que pronto estará cerca del sub60 también.

La Mercè fue un gran error ya que al día siguiente tuve que ir al hospital por la rodilla. El primer diagnóstico es un pinzamiento en el menisco, muy dolorosa cada vez que estiro o contraigo la pierna... Mínimo 2 semanas de reposo, así que septiembre se ha acabado en cuanto a correr se refiere... Volveré a calzarme las zapatillas ya con 33 años.

sábado, 14 de septiembre de 2013

#Runtemples seguirá siendo un sueño

Después de tres intensas semanas donde la dedicación para lograr el sueño de hacer realidad la carrera de mis sueños en Camboya ha sido casi total, llega el momento de descansar con la pena de no haber logrado el objetivo pero la satisfacción de haber dado el máximo para lograrlo.

A pesar de no conseguirlo, estoy muy contento por toda la ayuda que he tenido durante este reto tanto por gran parte de mi familia y amigos como por gente que no conocía y se han volcado en sumar kms como quien más.

Hemos conseguido aparecer en multitud de revistas digitales, el apoyo de varios clubs de corredores y algunas marcas deportivas como Isostar e incluso tuve una página completa dedicada en la revista impresa de El Mirall en su edición especial 100.

Aunque el destino ganador del concurso ha quedado lejos, estoy muy orgulloso de haber conseguido, con la ayuda de muchos corredores, más de 3100kms y 400 carreras registradas en la aplicación de Nike+ Running! Y eso me hace sentir que ha válido mucho la pena todo el esfuerzo de estas semanas.
Solo quiero acabar volviendo a dar infinitas gracias a todos los que habéis colaborado para ayudar con este sueño, independientemente de los kms acumulados. Pero no puedo dejar de hacer mención especial a Ester y mi cuñado Sergio que se han dejado la piel. Muchísimas gracias!!!


jueves, 22 de agosto de 2013

La carrera de mis sueños en los templos de Angkor

Hace dos años, cuando tuve el placer de visitar los templos de Angkor en Camboya, se me pasó fugazmente por la cabeza lo espectacular que sería correr a través de tan ancestrales edificaciones al amanecer o al atardecer, cuando la tonalidad del cielo les aporta esa majestuosidad que convierten el escenario en algo absolutamente mágico. Por esa razón, cuando hace un par de meses, Nike running preguntaba dónde haría la carrera de mis sueños, no tuve duda en qué contestar.

La gran sorpresa fue cuando hace unas semanas recibí una llamada de Nike que me decía que mi idea había sido seleccionada como una de las 10 finalistas a nivel mundial y que si finalmente es la más seguida, Nike creará la carrera y me llevarán a Camboya a hacer realidad el sueño!!! :D



Para elegir el ganador entre los diez finalistas el funcionamiento es sencillo: Todos los corredores que utilicen la aplicación de Nike running plus para medir sus entrenamientos/carreras, podrán acumular los kms realizados a una de las candidaturas (teniendo la aplicación enlazada a Twitter y comentando al final de la carrera el hashtag #RUNTEMPLES). Cuando se llegue a una fecha límite (13 de septiembre), el destino con más kms acumulados ganará. Además, los 10 corredores que sumen más kms en dicho periodo para la carrera ganadora también tendrán como premio poder ir a hacerla con los gastos pagados por Nike! Así que no hay excusa! Todos a sumar kms por

#RUNTEMPLES

Avisad a vuestros amigos y conocidos! da igual que corráis rápido, lento o vayáis a pasear, siempre con la aplicación sumando! Os necesito y quiero compartir con vosotros este sueño!!! ;)

Podéis ver más detalles en el siguiente enlace. A correeeeeeeer! :D

lunes, 19 de agosto de 2013

Para volver de vacaciones, las carreras populares de septiembre

Después de unas merecidas vacaciones de verano donde he podido disfrutar mucho corriendo por la sierra de Aracena (y comiendo a lo grande), toca volver al trabajo y a recuperar poco a poco la forma. Qué mejor manera que volver a la carga participando en las carreras populares asociadas a las fiestas mayores que tengo más próximas! Una manera genial de recuperar sensaciones sin apenas rascarse el bolsillo :).
 
En primer lugar, el 1 de septiembre se celebra como ya es tradición los 5K de las fiestas de Santa Coloma de Gramenet. Es una prueba que ya he comentado en sus ediciones anteriores: no tiene chip, ni crono, ni parafarnalias, pero es la de la fiesta de 'mi pueblo' y gratuita. Así que no pienso faltar. Más información en el enlace.
 
La semana siguiente (8 de septiembre) le toca el turno a las fiestas de Sant Adrià del Besós, con una prueba de unos 6,5K aproximadamente, pero en este caso con chip y crono. El año pasado la hice por primera vez y quedé gratamente sorprendido de lo bien organizada que está teniendo en cuenta que es gratuita! Información en el siguiente enlace.
 
Como cierre de fiestas, la grandiosa Mercè de Barcelona. Hace años que no la he podido correr porqué siempre me ha coincidido con vacaciones, pero este año creo que nada me lo impedirá. Esta carrera hay que tomar como una fiesta, aunque la existencia de cajones minimiza algo la masificación. Aunque esta no es gratuita, se agradece que por 5€ se puedan hacer un 10K que no tiene nada que envidiar a otras pruebas que también transcurren por el centro de BCN con precios muuuy superiores. A quien le interese, se puede inscribir aquí.
 
Creo que estos tres eventos son un buen pistoletazo de salida para esta temporada, donde mi primer reto es volver a tener buenas sensaciones en los 10K y conseguir mejorar mi MMP... Aunque mi tendencia a entrenar por trails pueda ser un handicap. A entrenar!

martes, 9 de julio de 2013

Sudando la gota gorda en Premià

Tras participar en ocho carreras en el último mes y medio, llegaba a la última estación en Premià con las fuerzas bastante justas sobretodo después de estrenarme en la disciplina de trails que, aunque me ha encantado, requiere de más entrenamiento para poder afrontarlas con mejores resultados. Sin embargo, habíamos aprovechado el día para comer en casa de mis tios y acumular fuerzas para la carrera con una magnífica paella casera.
 
Después de un bañito con Óscar en la piscina y algo de descanso al sol, me acerqué al polideportivo de Premià a recoger el dorsal y ver la zona donde todo comenzaría sobre las 19:30. Me equipé adecuadamente e hice algunos estiramientos mientras se realizaba la prueba infantil.
 
El comienzo de la prueba era doblemente rápido, primero por la adrenalina habitual de la salida y después por la pendiente favorable de los tres primeros kms. Ambas cosas unidas también a las ganas de hacer un buen 10K para acabar la temporada, me hicieron flipar cuando vi que para el hito del 3K en 12 minutos clavados, a una media de 4min el km! Bestial, sin duda los más rápidos que había hecho nunca en una carrera de calquier distancia... pero este alarde de energía descontrolada iba a pasarme factura en breve.
 
Al finalizar el tramo de descenso bordeando los invernaderos típicos del Maresme, el trazado se dirigió hacia el puerto. El calor y la humedad de un típico día de verano hacían que la sensación de bochorno fuese asfixiante y al cruzar el 4K ya chorreaba sudor a diestro y siniestro como las fuentes de Montjuïc. El ritmo había bajado sensible, pero todavía cruzaba la mitad de la prueba en un fantástico 21'20"... sin embargo, no había esperanzas de conseguir un buen crono ya que tocaba subir lo bajado y mis piernas tenían el indicador de temperatura en zona de peligro.
 
Abandonamos el paseo marítimo donde los bañistas se entretenían viéndonos pasar y yo me entretenía viendo también a algunas bañistas, y tomamos el camino de retorno hacia el polideportivo de Premià, y como ya sabía, la carretera tomó una cara más hostil. El 6K y 7K tardaron en llegar y el crono cayó en picado con parciales sobre los 5min/km. En ese momento llegamos al centro de la ciudad donde a pesar del cansancio la multitud de gente animando a los corredores me dió un plus de energía que necesitaba. Allí pude saludar a mi prima, a mi tia y a Ester y Óscar que me animaban a seguir adelante.
 
Quedaban 2k y pico, sabía que llegaría a meta pero también era consciente que el tiempo desde ese momento era un enemigo despiadado en la forma que me encontraba. Tras un pequeño respiro en un corto tramo de bajada hacia el casco antiguo de Premià, tocaban 2kms de subida continua hasta meta, donde tuve que echar todas las reservas que tenía (y las que no) para no evaporarme en el extremo calor de una tarde de verano despiadada.
 
Totalmente empapado y algo decepcionado por los catastróficos kms finales, crucé meta en un discreto 46'20". Pero la decepción duró poco en mi mente porqué tras recoger la bolsa del corredor y salir del pabellón de Premià, allí estaban esperándome Ester, Óscar y mi tia para felicitarme por la carrera, que más se puede pedir :).
 
Después de un año muy intenso y satisfactorio, logrando el gran sueño de la Maratón, ahora toca disfrutar de correr en plan tranquilo por la Serralada de Marina y los senderos que pueda hacer en mis vacaciones, solo participando la semana que viene en la caminada nocturna de Santa Coloma... para septiembre ya volveremos a la carga.

domingo, 23 de junio de 2013

Tropezando dos veces con la misma piedra en la nocturna del Port de Barcelona

Una semana después de darme una buena paliza en la Vigía Trail en parte por no revisar el recorrido antes, llegaba al inédito 10K nocturno del puerto con la intención de luchar por MMP... pero tocaba tropezar de nuevo en la misma piedra.


Después de un buen calentamiento vespertino detrás de Óscar mientras perseguía palomas y pompas de jabón por la plaça Catalunya y la correspondiente hidratación en un pub irlandés rodeados de marineros ingleses de uniforme junto con Jovacho y Javi, nos dirigimos hacia la zona de salida donde me encontré con Darío y Clau. Por una vez nos reuníamos con tiempo y estuvimos charlando un ratito mientras esperábamos para dejar los mochilas en el guardarropa, que no fue poco.


Unos estiramientos, visita al excusado y hacia los cajones de salida. En principio cada uno partíamos con un objetivo distinto, así que nos deseamos suerte y nos lanzamos por él tan pronto sonó el pistoletazo de salida. Para conseguir el mío, la idea era clara: piloto automático de 4'20" el km y tendría mi deseada MMP. Así de sencillo y difícil al mismo tiempo.

La salida fue rápida y limpia, la amplitud de las calles me permitió coger un buen ritmo sin demasiados rectificados para adelantar corredores, con lo que completé el 1K en 4'10", fenomenal. Era momento de ir bajando la excitación inicial pero manteniéndome en los ritmos fijados, dicho y hecho: 2K en 4'17" y 3K en 4'23". Ciertamente no iba muy sobrado de fuerzas, pero era lo normal a ese ritmo y lucharía por mantenerlo hasta meta... O esa era la idea... Poco después del 3K giramos hacia la derecha y me topé de frente con un monstruoso puente coronado en su cima con un arco triangular iluminado como si se tratase de la ascensión al cielo. Esto no estaba en el guión y era un mazazo a mi objetivo. Sin tiempo para reaccionar, apreté los dientes para perder el mínimo posible en la subida. Tanto forcé, que en el tramo de bajada que venía a continuación, cubría el 4K en 4'28"! Sin embargo, el informe de daños no era demasiado optimista, estaba bastante tocado y necesitaba ajustar el ritmo, al menos temporalmente.





Cuando  llegué a mitad de carrera en 21'50" pensé que todavía estaba en la lucha, pero no tardé mucho en toparme con la realidad. Apenas unos metros después de acabar de beber el agua del avituallamiento, una rampa de unos 50 metros nos dejaba sobre el espigón donde el camino volvía hacia el punto de salida. El mar quedaba justo a nuestra derecha y se veían al fondo el hotel Vela y todo el paseo marítimo... Todo hubiese sido perfecto de no ser por el maldito adoquinado a modo de piedra rústica que cubría todo el camino y que me destrozó las plantas desde el primer paso. Todo iba mal y vi como mi MMP de despeñaba por las rocas del rompeolas. Tocaba dosificar o morir, y me decanté más por la primera opción teniendo en cuenta que no iba a obtener ningún resultado destacable. Llegué al 6K con un triste 4'49".
Volvíamos sobre nuestros pasos, con lo que volvimos al maldito puente, esta vez tomándomelo con mucha más calma mientras la liebre de sub45 me superaba sin contemplaciones y mi crono se burlaba de mí con un 5'00" para completar el 7K. Los últimos 3K fueron una lucha entre mis piernas y mi mente para determinar si era peor acabar destrozado físicamente o hundido moralmente con un crono lamentable, creo que finalmente llegaron a un acuerdo y crucé meta agotado pero entero con un tiempo de 46'03". En un principio me pareció una marca lamentable pero después me enteré que el primero había hecho unos 33', teniendo en cuenta que el tiempo medio del ganador en los 10K es de 30', son justos los 3' que me faltaron para mi MMP... El que no se consuela es porqué no quiere :).

Al llegar a meta me encontré con Javi que hizo unos 30" menos que yo, aunque no lo vi cuando me sobrepasó. Darío llegó sobre los 50'. Jovacho cruzó meta en algo más de una hora con los pezones ensangrentados en su debut oficial en un 10k y Clau estuvo en 1h7. Felicidades a todos porqué no fue tan fácil como la habían pintado de inicio.

En cuanto a la carrera en sí, la verdad es que no me gustó prácticamente en nada: un recorrido sin demasiado encanto, una organización algo deficiente tanto en los horarios de recogida de dorsales (cerraba 2h antes de la salida!) como en la guardarropa y poco ambiente en la mayor parte del recorrido al transcurrir mayormente por una zona restringida al público. En fin, es poco probable que repita la experiencia aunque tampoco es que haya sido nada traumático, sino que a día de hoy hay bastantes opciones más apetecibles.

A entrenar!

sábado, 22 de junio de 2013

Vigia Trail o como sobrevivir al Matamachos

Cuando participas en una cursa por primera vez y desconoces el recorrido,  hay muchas opciones de que falles en el planteamiento ya sea por exceso, quemándote a media prueba, o por defecto, llegando al último kilómetro con muchas reservas acumuladas. Esta idea se magnifica cuando se trata de una trail donde la imaginación de los organizadores te puede hacer visitar los terrenos más inhóspitos, donde incluso descubrir nuevas formas de vida desconocidas para la humanidad o restos de civilizaciones perdidas. Sin duda, la Vigía Trail se convierte desde hoy en el mejor ejemplo de ambos conceptos. 


En un principio pensé que comenzar a las 8:30am era demasiado temprano ya que nos obligó a levantarnos a las 7 para preparar a Óscar y llevarlo a casa de mi hermana, recoger a mi cuñado Jovacho y estar a las 8am en la salida para obtener el dorsal. Sin embargo, viendo el día que amaneció, con un solazo de campeonato, fue sin lugar a dudas el primer acierto de una carrera perfecta en cuanto a organización y ambiente. Pagamos los 2€ de inscripción y esperamos la salida flipando bastante con el nivel del resto de participantes (unos 150) a los que haríamos compañía. Por desgracia Edu, que fue quien me animó a participar, fue baja de última hora con lo que partiría solo desde el principio y con un desconocimiento total de lo que encontraría en los 12K que me esperaban.


Antes de comenzar con la carrera, un runner-consejo: Hay que evitar al máximo cenar Kebab la noche de antes a una carrera... el problema radica en cuando te acuerdas de que tienes una en el último bocado de tu delicioso Durum, ahí ya no hay vuelta atrás y sabes que te acordarás del error durante cada uno de los kms del día siguiente. Unos minutos antes de la salida, llegó el primer capítulo de esta condena, cuando tuve que hacer un pequeño calentamiento hacia la zona arbolada más cercana para <PÁRRAFO CENSURADO>. Ahora estaba listo para tomar la salida mucho más ligero :).

Caminamos todos juntos hasta una línea de tiza pintada en el camino y comenzó la aventura. Salí bastante adelante del pelotón y durante el primer km por pista bastante llana y ancha aguanté bien en esas posiciones a buen ritmo. Algo me decía que eso no era normal, cuando estás tan adelantado al principio de una carrera acostumbra a significar que los demás saben algo que tú no sabes, que están reservando fuerzas y tú no lo están haciendo.... y no me equivocaba. 

Al acabar la zona de pista ancha nos dirigimos a la subida de la Cruz de Montigalá donde el terreno se volvió más estrecho y rocoso. Conocía la subida de l'Endimoniada, pero ascendimos por un camino algo más ligero y lo superé bastante bien superando a algunos corredores. Ahora tocaba bajar de nuevo para tomar una zona bastante toboganera hasta el km5,5 donde estaba el primer avituallamiento. En este tramo mantuve un ritmo bastante alto que unido al sol que ya gobernaba todo, me hizo llegar al repostaje bastante cansado. Tocaba regalarse unos segundos de descanso para hidratarse y comer algo. Mientras me comía el segundo trozo de plátano y bebía algo de Aquarius con agua, algunos corredores comentaban la dureza de lo que quedaba por delante, no había que se muy observador, justo al lado de donde estábamos se levantaba el camino que nos llevaría hasta la ermita de Sant Miquel, donde los corredores que nos precedían no podían correr debido a lo escarpado del terreno y a los desniveles de la mayoría de los tramos. En la salida había escuchado a algún grupo hablar del Matamachos, el nombre me hizo gracia y pensé que se trataba de este tramo donde cualquiera que quiera apretar demasiado acabaría muerto sin ninguna duda.

Comencé la ascensión pero cuando llevaba apenas un par de minutos de marcha, el durum se mezcló con el plátano y el aquarius, y comenzó una cuenta atrás muy corta para que volviese a encontrar una zona arbolada donde <PÁRRAFO CENSURADO>. Es esta 'excursión' perdí algunos minutos, pero sin duda muy bien invertidos. Obviamente, había perdido bastantes posiciones, pero no tenía la menor importancia. Continué la salvaje ascensión de roca en roca e intentando correr a trote cochinero en aquellos tramos en los que se podía hasta coronar la ermita realmente agotado.

Había llegado a una zona que conozco bien, por donde suelo entrenar algunos días, ahora me dirigía hacia el Poblat Ibèric por un camino ancho y con una floja pendiente que me serviría para recuperar el aliento... pero entonces llegó la gran sorpresa. Yo pensaba que daríamos la vuelta al Poblado para volver luego hacia el punto de salida, pero allí se encontraba un miembro de la organización para señalarme una pequeña trialera que se adentraba en el bosque a la derecha del camino, no quedaba más remedio que hacerle caso, supongo.

Volvía a terreno inexplorado y enseguida comenzó una trialera estrechísima, rocosa y muy empinada de bajada digna de romperse los dientes (o técnica, como la llaman los expertos), intenté sobrevivir como mejor pude agarrando a cada rama que salía a mi paso mientras era incapaz de reducir la velocidad de ninguna otra forma. A esto se unían algunas extras adicionales como troncos que cruzaban el camino y te obligaban a agacharte y raíces ubicadas estratégicamente para engancharte el pie con un alto porcentaje de acierto. Un tramo de carrera realmente divertido, sobretodo una vez superado sin mayores contratiempos.

Ahora tocaba una pista bastante llana a la sombre de la montaña, estaba en el 8,5K con lo que no podía faltar demasiado para volver hacia el punto de salida, lo más duro ya había pasado y aumenté el ritmo. Al alcanzar al corredor que me precedía le di ánimos diciéndole que ya no quedaba nada a lo que contestó: -Nada? Si ahora viene el Matamachos!....... -Comor?Quer? No puede ser, si el Matamachos ya o hemos hecho,,, no? - Que va, es lo que viene ahora. Por un momento pensé que sería una táctica de carrera de mi adversario para bajar mis defensas y vencerme, pero además de que era una chorrada suprema, ni siquiera me dio tiempo a reaccionar cuando aparecieron delante mío las primeras rampas del amigo MM.

Me niego a entrar en detalle de toda la subida hasta el avituallamiento del 9,5K porqué todavía me entran ganas de llorar cada vez que lo recuerdo, pero solo diré que tardé en completar el km más de 11 minutos, que hubo un momento en que ni siquiera podía caminar y tuve que parar completamente y confieso que solo corrí cuando vi a la chica con la cámara para salir bien en esta foto tan bonita :).

En la parada me bebí 5 vasos de agua con aquarius y disfruté de las preciosas vistas de Barcelona desde  allí, recuperé las constantes vitales y ahora sí, reemprendí el camino para completar los 3K que faltaban hasta meta, todos de descenso hasta completar los 12,5K finales, llegando a meta en 1h34' aprox, en la posición 52, muy contento de haber superado el reto pero algo preocupado de que tal les habría ido a mi equipo... Pero son unos cracks! Jovacho llegó poco después de las 2h y Ester no se rindió y consiguió completarla en algo menos de 2h30'. Estoy muy orgulloso de ellos y están demostrando que pueden con todo lo que se propongan. Bravo!

Por último quiero hacer mención especial a la organización por crear una prueba PERFECTA a todos los niveles y por 2€ de forma increible. Demostrando que cuando las cosas se quieren hacer bien y sin ánimo de lucro (sino por amor a este mundo), se pueden hacer eventos realmente excelentes. Felicidades Running Vigía! Y gracias por aceptar la participación de corredores que no pertenecen a vuestro club.



martes, 11 de junio de 2013

Cojeando por la Maqui

El día estaba marcado en el calendario desde hacía muchas semanas, todo el entrenamiento desde la maratón estaba pensado para llegar a esta fecha en la mejor forma posible e intentar superar mi MMP 10K donde ya la conseguí el año pasado. El plan iba bastante bien y realmente me sentía con opciones de conseguirlo. Sin embargo, un fuerte golpe en la rodilla en el entrenamiento de basket del jueves lo ha tirado todo por tierra :(. A pesar de estar dos días enteros a base de hielo y Voltarén, el domingo desperté con la rodilla dolorida y haciéndome ver las estrellas si forzaba el ritmo mínimamente. Una pena.
A pesar de los pesares, no tenía intención de quedarme en casa lamiéndome las heridas y decidí ir a la carrera igualmente con la idea de saludar a mis compis runners y disfrutar del recorrido a un ritmo más soportable para mi rodilla acompañando a Ester.
Antes de la salida pude compartir unos minutos conversando con Edu, Jose y Darío, y les deseé suerte para que consiguieran hacer la mejor carrera posible. Después me uní a Ester, mi cuñado Sergio que haría la prueba con su perro-loco Jack y a mi hermana que se quedaría cuidando a Óscar y animándonos en varios tramos del trazado.
A las 9 en punto se dio la salida y me sentí muy extraño al estar tan ajeno a los nervios que acompañan a este momento en todas las carreras. Unos 4 minutos después, con un sol de justicia que ya calentaba de lo lindo y tras unos 2000 corredores, emprendimos la marcha.
La idea inicial era acompañar a Ester hasta donde la rodilla me permitiese, ya que cojeaba ligeramente cuando extendía un poco la zancada, pero apenas 500 metros después de comenzar, la pierna empezó a coger temperatura y me encontraba bien como para soportar el ritmo de 5'53" en que completamos en 1K. Comenté con Ester que el ritmo era muy bueno, pero que era importante dosificar si quería mantenerlo hasta el final. Yo sabía que ella todavía no estaba para bajar de la hora en un 10K y que es posible que estuviese forzando por la adrenalina de comienzo de carrera, pero insistió en que iba bien.
Poco tardamos en comprobar que realmente habiamos hecho en primer km rápido, cuando en los siguientes el ritmo cayó progresivamente a los 6' y pico. De todas formas, intenté que se mantuviese en un ritmo constante para ver si recuperaba sensaciones de cara a la segunda vuelta. Cruzamos el 5K en 32' exactos, con lo que todavía podía conseguir su MMP si se esforzaba. Nuestro cuñado, pasaba su particular calvario con su flato y las necesidades fisiológicas y de hidratación que Jack le demandaba y lo perdimos poco antes del 4K.
En la segunda mitad, el ritmo de Ester continuó cayendo poco a poco supongo que debido al calor que hacía y al esfuerzo de la primera mitad, con lo que me limité a animarla para llegar a meta con las mejores sensaciones posible y con un tiempo aceptable. Al final, completamos los 10K en algo menos de 1h6', que sin ser su MMP se coloca entre una de sus mejores marcas. Felicidades amor y a seguir mejorando!
 
Por mi parte, la rodilla me permitió acompañar a Ester sin problemas pero las molestias no me abandonaron en ningún momento, con lo que no hubiese podido forzar demasiado. Ahora a recuperarme bien del dolor y a continuar con el entrenamiento y los próximos eventos: el finde que viene, cronoescalada de 12k de montaña y el sábado siguiente, mi nuevo intento de mejorar mi MMP, el 10K nocturno del puerto de BCN. A entrenar!

martes, 4 de junio de 2013

Resaca de l'Endimoniada en la Trini

Habíamos dormido apenas 6 horas después de la larga noche de L'Endimoniada cuando el despertador nos recordó que era hora de prepararse para la nueva cita. Tras haber disfrutado del apoyo incondicional de Ester y Óscar en el descenso de la Coscollada, me tocaba devolverles el favor acompañándoles en la cursa de las fiestas de Trinitat Vella que tenemos cerca de casa.
Me incorporé de la cama con la incógnita de saber como estarían mis piernas tras el esfuerzo: bastante bien... mucho mejor de lo esperado y sin molestias en la rodilla que tanto me hizo sufrir los últimos kilómetros de la noche anterior.
Óscar se despertó con una gran sonrisa tan pronto me acerqué a su cuna demostrando que también estaba preparado para la acción. Así que nos vestimos, cogimos el carro de carreras (alias Batmóvil) y caminamos hacia el parque de la Trinitat disfrutando del sol que comenzaba a calentar como todavía no había hecho esta primavera.
Al llegar había ya un buen ambiente con algunos corredores calentando mientras en el grupo de batucada del barrio acaba de espabilar a los que todavía tuviesen algo de sueño y dejaban hipnotizado a Óscar. Recogimos nuestros dorsales y nos ubicamos en la línea de salida ubicada justo al pie de una fuerte pendiente en el centro del parque (curiosa forma de comenzar). Como prueba popular y 'de barrio', los escasos 80-100 participantes que nos agrupábamos tras la línea de comienzo éramos bastante variados: algunos de bastante nivel, algunos bastante populares, muchos niños y adolescentes y algún que otro carrito entre los que me catalogaba yo.
Un miembro de la organización, se colocó a media cuesta y megáfono en mano, dió comienzo a la prueba. Los más 'pro' tomaron rápidamente la delantera y se perdieron en la distancia, Buena Suerte. Justo detrás de ellos, salieron a ritmo endiablado los niños/adolescentes como pollos sin cabeza... aunque a algunos de ellos les explotó la cabeza antes de llegar a coronar la subida de apenas 30 metros. Nosotros conseguimos ubicarnos tras ellos salvando el grupo de personas mayores que iban cerrando el grupo.
La idea era clara: acompañar a Ester, a su ritmo. Bueno, esa era la teoría, y así fue durante el primer kilómetro y pico. Pero poco después de abandonar el parque y transitamos la zona más toboganera del barrio, Ester empezó a notar el esfuerzo de los desniveles... y tuve que ponerme en modo Sargento de Hierro :).
Conforme avanzábamos por las continuas subidas y bajadas, me puse delante suyo para ir marcándole el ritmo mientras le animaba a continuar sin parar. La verdad es que se exprimió al máximo y aunque en algún tramo tuvo que caminar un poco, lo hizo realmente bieno. Ya solo nos faltaba el último kilómetro de vuelta al parque.
Llegando a la línea de meta mucha gente nos animaba desde los bares y plazas, pero Ester tenía toda la cara colorada y solo se esforzaba en continuar hasta meta. Tras volver a rodear el parque cruzamos los 5,6k de la prueba en algo menos de 36'. Muy bien hecho mi amor! También hay que hacer mención especial a Óscar, que se comportó de manera impecable durante toda la prueba, sin quejarse ni un momento mientras comía galletas... somos un equipo perfecto :).

lunes, 3 de junio de 2013

Endimoniada 2013 - Entre el cielo y el infierno

Muy pocas veces he cruzado el arco de meta tan vacío como en esta ocasión. Sólo pisar la alfombra de medición, busqué un espacio libre en los jardines del paseo marítimo y, tras quitarme el frontal y la gorra que me estaban matando, me dejé morir tumbado sobre la hierba. No había sido para menos, después de un esfuerzo tan titánico para mí, no sabía bien si la Endimoniada me estaba haciendo arder en las brasas del infierno o me había ganado las llaves de las puertas del cielo... Pero por como me sentía, no había dudas de que la primera opción tenía todos los números. Por suerte para mí, unos minutos después, Alberto llegó en mi ayuda y consiguió una botella de agua (supongo que bendita), que me hizo resucitar y volver al terreno de los mortales. Te debo una!

Unas 3 horas antes, me encontré en el mismo lugar con los tres miembros de Espadenya runners con los que compartiría la experiencia: David y Alberto, dos de los espartanos que me acompañaron en la Maratón de este año, y EduF con quien compartí el entrenamiento de Endimoniada a principios de Mayo, donde descubrimos que nos habíamos metido en una buena... Después de recoger dorsales, cambiarnos y equiparnos del frontal que necesitaríamos poco después, nos fuimos a la línea de salida, listos para comenzar a las 21:30.
 
La salida fue bastante rápida teniendo en cuenta lo que nos esperaba, pero no había que saber mucho para darse cuenta mientras esperabas el comienzo que la calidad de muchos de los corredores era muy alta... Pero es que sin duda, esta es una prueba que exige un mínimo de preparación en comparación con las populares que participo habitualmente.

Desde prácticamente el mismo inicio, la prueba comenzó a mostrar su perfil, teníamos que subir de 0 a 450 metros en unos 8k, por lo que no había tiempo que perder. Comenzamos ascendiendo por las asfaltadas pendientes de Dalt de la Vila, después por la Riera de Pomar hasta llegar a la B-20 donde Badalona deja de ser zona urbana para dejar paso a la zona forestal. Habíamos cubierto los primeros 3k con unos parciales bastante parecido de 5'20"-5'30", pero al pie de la subida a la Cruz de Montigalà, David y Edu ya se habían quedado algo rezagados y continuarían a su ritmo.

La primera ascensión no era demasiado larga pero, ya en camino de piedras, tenías unas pendientes bastante exigentes en algunos tramos. Todavía con muchas fuerzas en las piernas y con el frontal apagado, apreté un poco por el estrecho sendero adelantando a algunos corredores saltando por los matorrales. Al llegar a la cruz pude ver que Alberto había cedido un poco, pero todavía estaba muy cerca y confiaba en que se volviese a unir en la bajada siguiente. Sin embargo, la masificación que había todavía a estas alturas de carrera hizo que el descenso por trialera en fila de a uno fuese muy lento, incluso para mí, con lo que me tocaba seguir solo.
La falta de luz artificial unida a que ya eran las 22:00, nos obligó a encender nuestros frontales justo cuando iniciábamos el ascenso de 4k sin descanso que teníamos por delante, con lo que un sinuoso sendero luminoso se presentó frente mí como una autopista hacia el cielo :). Ahora tocaba, elegir un ritmo de subida soportable y aguantar, la subida era larga pero podía ser convertirse en infinita si no se medían bien las fuerzas o pecaba de optimista.
Me costó un poco adaptarme a la iluminación de los frontales, pero conforme las pupilas se acostumbraron, me encontré bien de piernas y fui adelantando a algunos corredores que me facilitaban el paso cuando veían que se acercaba el rayo de luz de mi frontal. Llegamos al 5K, el crono no era importante, y solo me centré en superar el curioso tramo de subida que se presentaba a continuación, donde en camino dejaba paso a un ascenso por escalones creados por las raíces de los árboles que rodeaban ambos lados del camino. Un paraje muy bonito, pero realmente duro por la necesidad de ir brincando de raiz en raiz junto con el esfuerzo ya acumulado. Por suerte, poco después de este tramo, llegó el primer avituallamiento, donde aproveché para hidratarme bien y dedicar 30seg a recuperar un poco de aliento. Lo iba a necesitar.
Retomé el ritmo para afrontar la parte más exigente del recorrido, los dos kilómetros que separaban el avituallamiento de la Vallençana de la cima de la Coscollada de l'Amigó a 452m. El primer kilómetro se desarrollaba por una pista forestal bastante amplia rodeada por árboles a ambos lados, con lo que la oscuridad y la dispersión de corredores a estas alturas, ya te hacía sentir bastante solo y luchando contra tus propios límites... pero todavía quedaban fuerzas y pude cubrirlo bastante bien hasta llegar al pie de la Coscollada donde algunos voluntarios nos ofrecían ánimos y naranja para recuperar algo de fuerzas para el kilómetro final de ascensión, el peor.
De repente, la vegetación dejó de formar parte del paisaje y el sendero luminoso resurgío frente a mí para mostrarme sin compasión la bestial rampa a superar antes de llegar al punto más alto de la prueba. Las pendientes eran muy exigentes en algunos tramos y me obligaron a dejar de correr para continuar haciendo algunos metros caminando con las manos empujando las rodillas. No valía la pena obsesionarse, y fui intercalando un modo y otro hasta llegar arriba.
Crucé la alfombra de control en la cima y pensé que era buen momento para darme un pequeño homenaje tomando la bebida y unos trozos de plátano mientras recuperaba el aliento, disfrutaba de las preciosas vistas nocturnas de Barcelona a nuestros pies, la fila de frontales que dibujaban el ascenso que acababa de realizar y me concienciaba para el siguiente episodio de la aventura.
Los siguientes 3-4k transcurrían por una zona de toboganes que comenzaban por una pista bastante ancha para ir estrechándose hasta convertirse en una trialera de descenso que hubiese sido bastante técnica y peligrosa de no ser porqué la inexperiencia de muchos de los que nos habíamos agrupado, convirtió esta parte de la prueba en una especie de conga a ritmo de trote cochinero que nos aseguraba una supervivencia que se hubiese visto amenazada asumiendo riesgos mayores. De vez en cuando, algún corredor con alma de cabra loca me adelantaba por los matorrales que rodeaban la trialera, pero pocos fueron los intrépidos. Gracias a este ritmo, también pude percatarme de la grata sorpresa de encontrarme a mis animadores personales en una de las curvas del descenso: allí estaban Óscar, Ester, Miriam, Jovacho y mi mami esperándome para apoyarme en el desafío! Me paré a saludarles a todos mientras Óscar me miraba con cara de susto, aunque no me demoré demasiado en volver a la carrera ya que casi me patean de nuevo al camino para que no perdiese tiempo. Muchas gracias a todos, sois los mejores!
Poco después del 12K pasé por el último control de tiempo antes de meta y que precedía al tramo que más temía, el descenso por el cortafuegos de las torres de alta tensión que no se podía considerar ni trialera, descrito por los organizadores (expertos de montaña) como MUY técnico. Sin embargo, aunque la cantidad de participantes de la conga había decrecido sensiblemente en las rampas de subida previas a este punto, el descenso fue bastante plácido, seguro y sobretodo lento. Tan lento fue, que al final del cortafuegos, un sombra apareció de entre los matorrales adelantándome como un jabalí en pleno ataque a su presa, era Alberto que no tenía suficiente con haberme recortado un montón de tiempo en la bajada utilizando un 'camino alternativo' sino que además había grabado todo el descenso con el móvil en la mano. Bestial! Lo animé y vi como volvía a desaparecer en la oscuridad. Aunque por desgracia para él, le quedaba poco de disfrutar de las bajadas que tanto le gustan.
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Había perdido mucho tiempo en la bajada pero me había servido para recuperar fuerzas, con lo que en cuanto el camino volvió a volverse llano, apreté el ritmo y me volví a unir a Alberto. Tenía intención de hacer buenos parciales en los 4k que nos quedaban por delante, pero entonces tropecé con una rama que me obligó a hacer un mal gesto para no estamparme contra el suelo y me hice bastante daño en la rodilla izquierda (además de que los dos gemelos se me subieron a la nuca). Intenté reponerme como pude y conseguí corriendo, los gemelos volvieron a su sitio pero la rodilla me estaba matando... no podía parar o sabía que me sería posible volver a arrancar y quedaba mucho para meta como para pasear. Aún y como este problema imprevisto, el ritmo fue bastante bueno y Alberto se volvió a descolgar por motivos varios, ya no lo volvería ver hasta meta.
Justo cuando salimos del camino para volver a la civilización, la larga y solitaria recta por el lateral de autopista que apareció frente a mí me dejó en una situación crítica: la rodilla no me dejaba correr bien, pero es que además el esfuerzo ya pasaba factura de verdad. Conseguí superar varios amagos de parar y llegué a los 2K finales.
Estoy seguro de que cuando en una carrera la gente te anima a seguir, es como si te transmitieran una pequeña parte de su energía y, sin ninguna duda, pude comprobarlo al entrar a Dalt de la Vila donde la gente de agrupaba a ambos lados de la calle para aplaudirnos y darnos ánimos. Mi ligera cojera unida a la cara de destrozado que llevaría supongo que enterneció a la gente, porqué tanto en ese tramo como en los siguientes por el ayuntamiento, carrer del Mar y la recta final del paseo marítimo, el público animó como no recuerdo en ninguna otra carrera. Tras chocar la mano de todos los niños que pude, crucé la línea de meta realmente orgulloso, alegre y destrozado en 1h51' exacto.
Alberto llegó unos 3 minutos después, pero teniendo en cuenta el reportaje fotográfico y el tapón que le formamos en el descenso, estoy seguro de que podría haber hecho un crono mucho mejor. David y Edu llegaron algo después de las 2h, pero sin duda en una prueba como esta, el mérito de acabar ya es suficiente. Así que, felicidades a todos!
Como primera participación esta prueba, la verdad es que me ha parecido una maravilla y una experiencia incomparable al resto de carreras que he hecho. Desde luego se trata de una cursa con alma propia, que espero que siga manteniéndose así durante muchos años tanto por la organización como por los voluntarios que se han merecido un 10 en todo. Solo espero que la demanda en la participación (las inscripciones duraron 1 día) no haga pensar en aumentar el número de participantes en posteriores ediciones, ya que los 450 de la actual creo que ya están al límite de lo que la prueba puede absorver.

lunes, 20 de mayo de 2013

Mi primera Pujada a Dues Pedres

Después de una semana pasada por agua, el domingo amaneció radiante, no solo dándonos una tregua para no mojarnos, sino que incluso hizo sufrir más de la cuenta en algunos de los tramos de subida con poca vegetación donde resguardarse. Esta era mi primera edición en esta prueba mítica de Santa Coloma y, aunque había hecho un par de entrenamientos para conocer el recorrido, la novedad y mi poca experiencia en trails me hacía sentir algo inseguro en como afrontarla.

Desde qué llegamos a la zona de salida, el ambiente de la prueba nos cautivó: era todavía temprano, pero muchos corredores ya mantenían animadas conversaciones en grupitos que continuamente iban aumentando con nuevos miembros conocidos, demostrando que lejos de convertirse en una carrera multitudinaria y sin alma, ésta sigue manteniendo tras muchas ediciones su carácter local y cercano. Ester y mi cuñado Jovacho esperaron la salida en la parte trasera del pelotón, mientras yo me situaba con Edu en una zona más cercana a los primeros. La idea era salir en 'modo ahorro' para llegar con fuerzas a lo que iría llegando después. Aunque ya se sabe que es difícil salir flojo cuando estás rodeado por una manada de bisontes deseando correr como sí no hubiese un mañana.

Posicionados tras una línea de tiza que cruzada la pista de entrada a la Serralada de Marina, sonó el pistoletazo de comienzo. Esta vez no habría control con chip, ni falta que hacía. A pesar del ímpetu inicial y de ser sobrepasados repetidamente por ambos lados, tuvimos la sangre fría  de mantener la calma y no obsesionarnos, cubriendo el primer km con una suave pendiente de subida en 5'17", incluso más rápido de lo que habíamos planeado de inicio. El camino continuaba por pista ancha donde no había problemas para mantener el ritmo a pesar del número de corredores que nos agrupábamos en el tramo inicial. Prácticamente sin darnos cuenta, ya estábamos pasando por el monasterio de Sant Jerónimo de la Murtra y tras un pequeño tramo de ascenso nos plantamos en el Km2 con un parcial de 5'10".

En este punto nos encontrábamos en la calma previa a la tempestad: una rápida bajada de unos 500metros que debíamos administrar bien para no quemar naves antes de tiempo. Conscientes de ellos, tomamos el tramo con ritmo alegre pero sin excesos y reservando fuerzas al máximo... hasta que llegó el momento clave, el ascenso: casi dos kilómetros de subida con unos desniveles realmente exigentes y un único descansillo de unos 400 metros a mitad del tramo para rendir pleitesía a las famosas dos piedras que dan nombre a la prueba.

Las primeras rampas eran durísimas y en asfalto, bordeadas por casas de piedra hasta llegar a la zona de las instalaciones hípicas donde el terreno volvía a convertirse en un camino de tierra muy afectado por la lluvia, los caballos y los corredores que llevaba delante. A pesar de los fuertes porcentajes de la pendiente, pude mantener un buen ritmo de crucero y adelantar a algunos corredores, Edu también se quedó algo descolgado, pero cuando llegué a mitad de la subida y saludé a las dos piedras, pude comprobar que estaba apenas a unos 10 segundos por detrás. En este km el crono no perdonó y dictaminó un 5'57". Pero ahora tocaba lo peor, y después del escueto descanso, llegaba la parte más dura: un km excaso donde ascenderíamos 100 metros de golpe. En los entrenamientos intenté subir todo este tramo corriendo y fue un grave error porqué coroné con los gemelos en carne viva y la impresión de haber subido más lento que mi abuela, así que puse en práctica una idea que traía pensada de antemano. Continué corriendo hasta la mitad del tramo y cuando vi que el ritmo ya era realmente lamentable, comencé a andar empujando las piernas con las manos... bingo! no solo conseguí superar los repechos más duros sin quemarme del todo, sino que incluso adelanté a algunos corredores que teóricamente iban corriendo! Correr por la montaña is different. Con todo esto, crucé el hito del 5K en 7'21" consciente del desafío que acaba de superar.


A pesar de la dureza de los dos kms anteriores, la subida había sido todo un placer y la había disfrutado al máximo. Está claro que tengo alma de escalador :). Ahora tocaba llanear por la serralada de Marina durante un par de kilómetros recuperando un poco el aliento y disfrutando de las preciosas vistas de una Barcelona soleada y de un ambiente limpio después de las lluvias de los últimos días... todo esto cubriendo el km6 en 4'52" debido a los pequeños toboganes del recorrido. Poco después, el recorrido me exigía el último esfuerzo, la subida al Poblado Ibérico que en tantas excursiones visité cuando iba al colegio en primaria. Aproveché esta última pendiente para superar a algunos corredores que tenía a la vista, una vez entré al recinto, giro de 180º y cambio del modo carrera de "subida" a "bajada" que era lo que quedaba en los últimos 2,5kms. Me crucé con Edu y le animé, había aguantado la distancia más o menos con respecto a Dues Pedres. 

Era consciente que bajar por montaña no es mi fuerte (ni mucho menos), pero no tenía intención de perder en el último esfuerzo todo lo que había ganado hasta ese punto. Así que apreté todo lo que pude y, aprovechando que la pista era bastante amplia (no peligrosas trialeras), aumenté la zancada y mantuve un ritmo alto que me permitió cubrir los kms 8 y 9 en 3'59" y 4'11" respectivamente. Ya solo faltaba bordear el parque a la salida de la zona forestal y cruzar meta en un tiempo de 53'13" del que me siento muy satisfecho.


Pocos segundos después llegó Edu con un crono muy parecido. Como merecedores de nuestro trofeo, nos dirigimos triunfales a por los bocadillos de butifarra y refresco para disfrutar de un desayuno de campeones. Después nos despedimos y yo me senté al sol a esperar que llegase el resto de miembros de mi equipo de runners. Esperaba que completaran la prueba sobre la hora y veinticinco aproximadamente, pero me llevé una grata sorpresa cuando, poco después de 1h15', vi aparecer a Jovacho tomando la última curva de bajada y unos diez segundos detrás de él a Ester con un ritmo triunfal: Bravo campeones! Habéis demostrado que podéis con todo! Sin duda, para los tres fue un buen bautizo en esta carrera, y seguro que repetiré todas las ediciones que me sea posible.

Sin duda, últimamente voy viéndole el encanto a correr por montaña en detrimento del asfalto. El ambiente es más agradable y entretenido, el entrenamiento es más exigente a causa de los continuos cambios de ritmo a los que te ves obligados por el terreno y el paso es más inestable con lo que fortalece más las piernas. Además, me parece que requiere de una forma de correr más 'estratégica' que lo hace más divertido. Ahora toca seguir entrenando fuerte estas dos semanas... llega la Endimoniada nocturna, 18K que convierten en una broma la carrera de hoy tanto en la dureza de las subidas como en la tecnicidad y dificultad de las bajadas... estoy un poco acojonado, la verdad :). A entrenar!




domingo, 12 de mayo de 2013

Corriendo junto al mar - Ciutat de Badalona 2013

Conforme vas acumulando carreras a tu historial y repitiendo algunas de ellas año tras año, te quedan en la mente tus tramos favoritos de los que disfrutas al máximo: ya sea por las sensaciones de carrera, por el ambiente o por el pasaje que transcurre. Para mí, la llegada de la cursa de las Festa Major de Badalona, engloba las tres a la vez y me hace volver a participar con ilusión año tras año. Hoy, además de los ánimos de la gente amontonada a ambos lados del paseo marítimo y el sol iluminando con ganas la playa, las sensaciones de la recta final han sido geniales poniendo la guinda a una buena actuación personal, otra vez cerca del sub 44 (44'17") y con mejor tiempo en esta prueba, casi 45" mejor que la anterior.
 
Otro punto a favor de esta cursa en que me permite encontrarme con muchos amigos y familiares (cada vez más) que participan, y eso siempre hace que las ganas de participar sean mayores y se disfrute más del evento. Hoy no ha sido una excepción y entre saludo y charlas he llegado a la línea de salida prácticamente con el pistoletazo de salida. Allí estaba con Edu, Alberto y Jose, y tras unas fotos en el cajón de cabeza, hemos salido disparados a completar los 10K antes de que el sol comenzase a apretar de lo lindo: una lucha contra el tiempo en todos los sentidos de la palabra.
 
Desde el inicio, Edu y yo nos hemos ido juntos intentando apretar de inicio para no encontrar demasiado tapón en las calles estrechas del principio de la prueba, con lo que hemos completado el primer km en un exigente 4'5" que obviamente no podíamos ni debíamos mantener. El segundo era completamente llano y nos permitió fijar ritmo para recuperar un poco, con lo que lo completamos en 8'28". Ahora tocaba afrontar el primer repecho de la prueba (y más importante): unos 200-300 metros de desnivel considerable que te hacían perder el ritmo totalmente y en los que no hay que obsesionarse demasiado si no quieres que pasen factura luego. Aún y así, Edu se descolgó un poco y en la bajada no acabó de contactar, así que me tocó correr en solitario algunos kms.
 
Una vez superado el primer obstáculo, los kms entre el 4 y el 7 transcurrieron a velocidad de crucero entre los 4'25" y 4'30". Iba bien, sin demasiados agobios, pero no quería gastar las reservas todavía. Me alegró que Edu volviese a contactar para poder correr más agusto, tenemos un ritmo muy parejo y siempre ayuda a desconectar un poco la mente y que los kms sean más agradables. Juntos llegamos al segundo repecho: la subida al puente que da acceso al paseo marítimo, es un paso con un giro de 270º sobre las vías del tren que sube y baja con bastante pendiente. En este punto, Edu volvió a descolgarse un poco y ya no lo volví a ver hasta cruzar meta. Era el 7,5K y llegaba el momento de poner la energía que quedaba en funcionamiento. Apreté un poco y cogí una zancada muy ágil y cómoda que me permitió ir rápido, no necesitaba mirar el GPS, sabía que estaba corriendo fuerte y me encontraba bien. Tanto, que disfruté de lo lindo el último repecho que vuelve a atravesar las vías del tren (esta vez por debajo), adelantando a otros corredores como si estuviesen parados.
 
Entonces, llegué al 9K, giro a la derecha y la interminable recta hasta meta que tanto me gusta: al principio entre edificios para acabar con el último tramo donde el mar y la gente te da la energía final para llegar a meta dándolo todo. Por si fuera poco, yo tenía además un chute de potencia extra: mi madre y Óscar también estaban allí animando con su mejor sonrisa. Así que los últimos metros no corrí, volé hasta cruzar la línea con una sonrisa en la cara y la sensación real de que estoy en el camino para poder luchar por MMP muy pronto, si todo va como debe.
 
Por su parte, Ester ha completado el recorrido en 1h04'18" volviendo a mejorar su MMP aunque con un sabor agridulce porqué se ha venido abajo en el tramo final y podría haber hecho un mejor tiempo. Sin embargo, su progresión es muy buena, y creo que pronto estará luchando por bajar de la hora. Ánimo!
 
En resumen, muy buenas sensaciones, disfrutando cada vez más de la carreras y con muchas ganas de seguir semana a semana luchando contra los retos que me voy marcando: la próxima semana: Les Dues Pedres, con 10K en montaña y un recorrido muy exigente y divertido. Que ganas de que llegue! A entrenar!

lunes, 22 de abril de 2013

Bombers 2013 - Buen comienzo de la temporada de 10K

Un día espectacular amaneció para animarnos a Ester y a mí a ponernos las pilas para preparar todo y llegar a tiempo al Parc de la Ciutadella: nos vestimos, levantamos a Óscar, preparamos todo el arsenal que necesita un bebé de 11 meses para salir de casa, repasamos que lo llevásemos todo y cogimos el coche para ir a dejar al nene con los yayos. Después pensamos que era buena hora todavía para acercarnos en coche hasta la carrera y aparcamos como reyes a un corto paseo de la salida que nos sirvió también para hacer la visita de rigor a los servicios. Después de desearnos suerte, Ester se fue hacia su cajón de salida y yo hacia Estació de França que estaba al lado del mío.
 
Al llegar al punto de encuentro,  allí estaban Edu, David y Alberto. Después de un ratito de cháchara,  decidimos meternos todos en el cajón de sub48 para estar juntos los 15 minutos antes de la carrera y disfrutar del ambiente. Edu y yo teníamos intención de probarnos y ver si estábamos para sub45, mientras que David y Alberto irían algo más lentos.
 
Un mes después de la maratón, los 4 espartanos nos volviamos a encontrar en la salida de una prueba, y por eso, en nuestro honor, y tras un emotivo y muy respetuoso minuto de silencio por el atentado en Boston, al grito del speaker de la prueba todos los participantes gritamos al unísono un AU AU AU. Entonces comenzó la cuenta atrás y más de 26.000 corredores salimos decididos a completar los 10K antes de que el sol empezara a calentar de lo lindo.
 
Personalmente creo que la clave para hacer una cursa del Bombers con buena marca está en salir rápido, seguir fuerte en Paralel, recuperar algo en la zona de Gran Via y avituallamiento y acabar de quemar las naves desde Arc de Triomf hasta la bajada de Via Laietana. Con esta idea, comencé muy fuerte aprovechando la adrenalina inicial y adelantando por cada hueco que encontraba. Esperaba que Edu pudiese continuar detrás mío, pero no estaba muy seguro porqué había muchísima gente y no era fácil. La sorpresa fue cuando el Garmin marcó el 1K en 4'12", Ups, me había acelerado demasiado, pero justo girar hacia Paralel, ví aparecer a Edu a mi lado, perfecto ya podíamos continuar con el plan inicial.

Al ver la subida de Paralel no pude dejar de acordarme de la última vez que había tenido que enfrentrarme a ella, después de 40K de esfuerzo, con los gemelos destrozados y una intensa lluvia que no hacía más que aumentar la épica del momento. Esta vez era diferente, estaba fresco, era el 2K y estaba dispuesto a vengarme y destrozar la subida como si estuviese en un llano cualquiera. Y así fue, 2K en 4'21" y dijimos adiós a Paralel en el 3K con 4'27". Íbamos genial, y parecía que la idea inicial de luchar por un sub45 era más que factible.
 
La travesía entre en 4K y el 7K por Gran Vía fue a velocidad de crucero, fijamos el ritmo a 4'30" y ahí aguantamos en formación hasta el giro en Ausias March. En ese punto me encontraba con fuerzas para mantener el ritmo, pero no me notaba con reservas como para apretar demasiado y Edu se marchó un metros. Poco después de Arc de Triomf pasé el 8K en 4'26" y decidí que aunque Edu se mantenía unos metros adelante no apretaría para atraparlo.
 
Al tomar el giro hacia el descenso de Via Laietana es muy difícil que no te de un vuelco el corazón viendo la marea de camisetas azules y naranjas ocupar todo el largo y ancho de la inmensa calle. Aunque no tenía muchas fuerzas para acelerar, descubrí algo que quizás había obtenido como premio tras la maratón: era capaz de aguantar más cerca de mi límite sin sufrir tanto como antes. Con lo que pude apretar hasta el final haciendo el último kilómetro en 4'14" y cruzando la línea de meta en 44'20" con 130 metros de regalo a causa principalmente de l
os zig-zags del comienzo, pero sin poder dar caza a Edu que llegó 9s antes.
 
 
Aunque el tiempo de este año fue 45s peor que el año pasado, estaba muy satisfecho de la marca después de haber entrenado más bien poco y suave desde la maratón, y con algunos kilos de más con respecto al año anterior. Este es el primer 10K de la temporada y la verdad es que promete que con un entrenamiento adecuado puedo superar mi MMP.
 
Pero la alegría fue todavía mayor cuando me encontré con Ester y me enseñó que había mejorado su MMP en 10K en nada menos que 5 minutos! Pasando de 1h10' a algo más de 1h5'. Muy bien amor, pronto estarás en la élite! :*
 
Ahora toca coger ritmo de entrenamientos y seguir disfrutando. El objetivo es llegar fuerte a La Maquinista a principios de Junio y poder atacar la MMP con garantias. A entrenar!