lunes, 30 de diciembre de 2013

Disfrutando de la Sansi de Santa Coloma

Como en las pasadas ediciones, la mañana de la San Silvestre de Santa Coloma se presentó soleada pero muy fría y con ráfagas de viento que no invitaban nada a salir a correr. Para mayor gloria, salí de casa a las 8:45 para hacer unos kms antes de la carrera con el fin de cumplir el plan de entrenamiento para la maratón, ya que hoy me lo tomaría con calma.
Después de mucho tiempo yendo a las carreras solo y corriéndolas con la única compañía de mis auriculares, sigue siendo una alegría carreras como estas donde coincidir con tantos amigos y familiares tanto participando como animando desde los laterales. En esta ocasión la cantidad fue muy destacable e hizo que se me fuese el tiempo entre saludos, charlas y fotos. Una gozada.
 
Muy poco antes de la hora marcada nos dirigimos a la salida, hoy tocaba acompañar a mi amigo Coleto para conseguir hacer un sub60 tras poco más de 1 mes de entrenamiento, así que disfrutaría del recorrido y de ver como superaba su reto (ya que estaba seguro de que lo conseguiría). Poco antes de la salida, nos juntamos un buen grupo con la idea de hacer este tiempo, pero segundos después del comienzo muchos se distanciaron tanto por delante como por atrás.
El primer tramo de la prueba era una pendiente continua de unos 300-400 metros para después entrar en la zona de Singuerlín que era la más toboganera del recorrido con lo que completamos el 1K en 5’51”, algo rápido teniendo en cuenta el perfil y el objetivo, pero normal teniendo en cuenta la adrenalina inicial. Esta aceleración hizo que cubriésemos el 2K en 5’14”… había que dosificar o el ritmo conseguiría acabar con la carrera mucho antes de lo necesario. Le pedí a Coleto que aflojase y aunque le costaba dosificar por la inexperiencia, los siguientes kms hasta mitad de prueba estuvieron más cerca de los 6’/km marcados.
Al llegar al avituallamiento del 5K, estábamos ya en el lateral del parque fluvial del Besós en dirección mar, y podía ver que íbamos un poco justos. Aquí teníamos el viento a favor, pero había que seguir recuperando… Y al bajar al paseo del río y tomar dirección contraria en el 6K, mis premoniciones se hicieron realidad y Coleto se paró a recuperar el aliento. Todavía quedaba mucho por delante y teniendo en cuenta el factor psicológico de este tramo de 3K y el viento de cara, necesitamos hacer algo.

Volvimos a correr, el ritmo había caído a 6’10” pero todavía era más que suficiente para bajar de la hora con los segundos ganados en los anteriores. Me puse delante para cortarle el viento y así superamos conseguimos llegar al 8K en algo más de 46’, más que suficiente para lograr el objetivo. En ese momento, informé a Coleto del crono y pude ver como se recuperaba instantáneamente de su cansancio. Cubrimos el 9K en muy buen tiempo y ya se podía ver cerca la meta. Apretamos el ritmo adelantando a varios corredores que sufrían la recta final mientras nosotros la disfrutábamos. A escasos metros de meta estaban nuestras familias animando: él cogió a su hija Itxiar y yo cargué a Óscar para cruzar juntos la línea de meta en poco más de 56’. No habían sido 10K completos, pero sin duda estaba bastante por debajo de la hora, motivo sobrado para estar orgulloso de su carrera.

 
Delante nuestro habían llegado muchos amigos y mi cuñado Marco que poco a poco va recuperándose de su lesión. Por detrás también llegaron otros, entre ellos mi otro cuñado Sergio que tras la luna de miel anda lejos de su forma, aunque le sirvió para darse cuenta que no está tan mal como pensaba.
Por mi parte, un día muy divertido. Me gusta esto de hacer de vez en cuando alguna carrera en modo disfrute, sin darlo todo por el crono… y si además puedo ayudar a algún amigo a conseguir un reto, mucho mejor! Para acabar, tal como estaba acordado, invité a desayunar para celebrar la superación del reto: Las migas que nos zampamos bien merecieron el esfuerzo.
El próximo 31/12 en Nassos, la foto será bien distinta. Me toca ver donde estoy después de tanto tiempo sin competir en buenas (que no óptimas) condiciones… Espero estar cerca de los 47’ y seguir mejorando a partir de ahí… Veremos!

lunes, 23 de diciembre de 2013

Acabando el año con mis Epic-2


Para acabar el año y continuando con la tradición de años anteriores, haré doblete de cursas para atiborrarme a comer en las celebraciones sin remordimientos.

Las elegidas son como en la pasada temporada la San Silvestre de Santa Coloma y la Cursa dels Nassos:

Este año la San Silvestre de Santa Coloma cambia en muchos aspectos y creo que todos ellos positivos: En primer lugar, las inscripciones han sido rebajadas hasta los 5€ excluyendo los regalos de ediciones anteriores, yo soy de la opinión de que es mejor rebajar precios que sumar regalos. Por otra parte, el recorrido también ha variado y es mucho más urbano por las calles de Santa Coloma y dando la opción de participar en la versión de 5K o 10K. Por último, este año el club Running Vigia ayudará a montar la carrera lo que creo que asegurará que todo vaya perfectamente. Estoy seguro de que va a ser un éxito de prueba en todos los sentidos. Quizás el único contra que se puede hacer a día de hoy es que solo se puedan realizar las inscripciones de forma presencial en los puntos habilitados. Si alguien está interesado en participar, puede encontrar todos los detalles en el siguiente enlace.

En cuanto a Nassos pocas novedades que comentar: el recorrido es el mismo de los últimos años, el precio se ha mantenido con respecto al año anterior (14€ con chip propio) y espero que el ambiente y la organización estén a la altura de ediciones anteriores. Para esta no incluyo el link para las inscripciones ya que las 11.500 disponibles se agotaron la semana pasada.

Por suerte, cada año estas dos pruebas se separan un día más entre ellas y tendré un día más de descanso, ya que la Sansi se celebra el último domingo de Diciembre mientras que Nassos está fijada el 31/12 a las 17:30.

Obviamente, teniendo en cuenta que hace poco más de un mes que he vuelto desde la lesión, las expectativas son muy inferiores al año pasado: En la San Silvestre simplemente haré de Liebre Sub60 para mis acompañantes, mientras que en Nassos me probaré un poco más en serio para ver si puedo hacer sub48 o sub47 pero sin volverme loco que lo importante es seguir entrenando las siguientes semanas… la Maratón se acerca y el tiempo vuela. A entrenar!

lunes, 9 de diciembre de 2013

Cursa del Farell, el retorno


Cuando sonó el despertador no me costó demasiado despertarme. Llevaba toda la noche inquieto como el que espera la llegada de un día importante… y sin ser nada especial para el resto del mundo, en parte lo era.

Después de casi tres meses donde la astrosis de la rodilla volvió con fuerza tras muchos años dormida, y las lumbares se unieron a la batalla con la finalidad de hundirme definitivamente, volvía a ponerme tras la línea de salida para añadir una cursa más a mi lista de retos superados. Mi estado físico era bastante lamentable: después de tanta inactividad mi nivel era muy bajo y la rodillera y la faja lumbar compresiva no ayudaban a mejorar las expectativas. Sin embargo, las ganas eran infinitas y estaba seguro que me ayudarían a superarme una vez más.

Al llegar a Caldes de Montbui ya se respiraba un gran ambiente de cursa: como me gusta y como lo echaba de menos! Pero el grado escaso que marcaba el termómetro me hizo cambiarme con toda tranquilidad dentro del coche hasta casi la hora de comenzar la carrera.

Unos ligeros estiramientos para confirmar que ni la rodilla ni la espalda estaban demasiado bien, un par de rectas para desentumecer las piernas y coger temperatura… y ya estaba en carrera! Me había ubicado a mitad de pelotón y me sirvió para comenzar sin demasiados percances el trayecto que callejeaba por el centro del pueblo en dirección a la montaña. Fueron unos cerca de dos kilómetros entre asfalto y adoquines que me sirvieron para entrar en calor y ser consciente de que mi objetivo no debía ir más allá que llegar a meta sin más daños de los que había comenzado.

Al dejar el pueblo continuamos por una carretera comarcal donde la pendiente se hizo más notoria. Para mí eso no era un inconveniente: me gusta subir, para la espalda y la rodilla ir más despacio era una ventaja y además me servía para aguantar un ritmo más parecido al del resto de corredores que me rodeaban. Sin embargo, poco después enfilamos un tramo de bajada bastante salvaje en el que tuve que retener mucho la longitud de zancada para no destrozarme… Genial, tendría que estar toda la carrera siendo casi más lento bajando que subiendo L… pero pensaba disfrutar igual de mi vuelta!

Justo en el punto en que acababa el descenso de la carretera, giramos bruscamente a la derecha y comenzó el tramo por pista forestal con una fuerte pendiente ascendente. El camino, que ya no abandonamos hasta el 12K, fue siempre bastante ancho con lo que no había problema para adelantar y ser adelantado. El terreno estaba blando por las lluvias de los días anteriores, pero prácticamente no había charcos así que se pudo correr muy bien. Al igual que en el tramo de asfalto, los toboganes se iban sucediendo, y era gracioso ver como en las subidas alcanzaba a algunos corredores y en cuanto comenzaban las bajadas me rebasaban a toda velocidad. De todas formas, en cuanto entré en calor, la limitación en la velocidad de descenso era más por prevención que por necesidad…
 
 

Así que cuando finalizó el tramo que transcurría por la zona más cerrada del bosque, aproximadamente en el 10K, y vi que el camino se dirigía de vuelta al pueblo con una pendiente descendente menos agresiva, decidí subir el ritmo y completé los últimos 3K a una media de 4’30”, muy buena para mi estado actual de forma. Con lo que crucé meta muy contento de haber sido capaz de completar 13K de montaña después de tanta inactividad y algo más de 1h10’ (un crono nada destacable pero mucho mejor de lo esperado la noche anterior, cuando no tenía en mente ni asistir).

Lo mejor de todo es que unos días después puedo decir que me encuentro cada día mejor: la espalda ya está casi recuperada y la rodilla va poco a poco pero espero que continúe progresando… por lo pronto, este optimismo me ha servido para tomar la determinación de volver a participar en la maratón de BCN 2014. Esta vez comienzo mucho peor que el año pasado, pero espero que la constancia en los entrenamientos y un poco de suerte con las lesiones me permitan llegar con garantías. A entrenar!!!